Gracias por cada momento de risa, por estar ahí cuando una más lo necesita, por hacerme sonreir cuando no podía ni apenas sobrevivir, Gracias.
Teamo Amorfa mía.
Hay veces en la vida en las que no hay que detenerse a pensar. Hacerlo todo de forma atropellada, alocada. Hacer las cosas como si fuese una locura. Y después, pagar las consecuencias... o disfrutar el momento. A veces, no es bueno quedarse parado, pensando, viendo como los demás hacen realidad su sueño. Quizá el tren pase más veces, o quizá solo pase una vez, una única vez. Quizá sea un tren de ida sin regreso, o un tren de ésos que solo se chocan contigo una vez en la vida. Es ahora, o nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario