Hay veces en la vida en las que no hay que detenerse a pensar. Hacerlo todo de forma atropellada, alocada. Hacer las cosas como si fuese una locura. Y después, pagar las consecuencias... o disfrutar el momento. A veces, no es bueno quedarse parado, pensando, viendo como los demás hacen realidad su sueño. Quizá el tren pase más veces, o quizá solo pase una vez, una única vez. Quizá sea un tren de ida sin regreso, o un tren de ésos que solo se chocan contigo una vez en la vida. Es ahora, o nunca.
viernes, 1 de abril de 2011
-He aprendido cada vez en la vida, a saber cuando es bueno y cuando es malo, cuando es falso y cuando verdadero. Sin embargo, sigo callendo en la misma tentación, sigo sin seguir sabiendo que es enamorarse y que es encapricharme, lo siento, no puedo. Lo mismo siento mariposas por mi tripa, que lo mismo le digo que no le quiero volver a ver en su vida. Puedo llegar a estar pegada a él como una lapa, o no drigirle ni una sola mirada en la vida. Hay gente que me puede comprender, otra mucha me llamará "rarita". Pero la gente que tengo a mi lado, sabe de sobra, que soy, ünica.
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